Twitter y las retransmisiones deportivas

Desde hace años, los principales medios de comunicación en internet suelen acompañar los eventos deportivos con un servicio de "retransmisión" en vivo del acontecimiento. Un periodista va desgranando la evolución del partido, carrera o evento en pequeñas frases que permiten al internauta tener una actualización constante del estado del mismo. Existen para partidos de fútbol, baloncesto o tenis, leemos todo lo que va sucediendo en las etapas de las grandes vueltas ciclistas o la evolución de una carrera de Fórmula 1.

Con la aparición de twitter y su popularización o a través de Facebook, ese fenómeno se ha trasladado a las redes sociales. En este caso cualquiera se convierte en narrador de los hechos y se realimenta con los comentarios de los demás convirtiendo la retransmisión en una rica conversación multidireccional. Ahora
también se comentan los programas de televisión, o las películas y series de moda, excediendo el círculo deportivo y ampliando por tanto el volumen de interesados.

Pero ahí no queda la cosa, en este mundo que demanda inmediatez en la información (que duro lo están pasando los periodistas con esto) los ciudadanos quieren más y hemos pasado a informar y discutir en tiempo real cualquier foco informativo: la aprobación de una ley en el congreso (por la Ley Sinde), las elecciones, un juicio o las revueltas callejeras acaecidas en Túnez o Egipto.

Y en la virtud está el problema. Esa información en tiempo real nos ha convertido en exigentes espectadores que demandamos un final apoteósico, como en las pelis americanas que gusta decir el gran Santiago Segura. Ese deseo de que todo acabe bien lleva incluso a tergiversar la conversación y no ser parcial. La noche del pasado viernes en Twitter se veía a Hosni Mubarak como un presidente derrocado y huyendo, confundiendo deseo y realidad (al menos de momento).

Y es que todavía no estamos preparados para gestionar ese flujo de información constante. Llegamos a un punto en el que nuestra cabeza se satura y pasamos de ser mentes analiticas procesando los datos recibidos a relajarnos ante la retransmisión como si ante un partido de fútbol nos encontrásemos sin darnos cuenta que las revoluciones no acaban en el minuto 90.

Foto: Egipto en la Wikipedia

Internet antes de ser Internet

Hace unos días veía en Microsiervos el vídeo de una entrevista que hicieron a Isaac Asimov unos años antes de que Internet fuese lo que todos conocemos ahora. En ella se planteaba la Red como un medio imprescindible para dar un salto de calidad en la educación.

Indudablemente en los 80, época a la que pertenece este documento, existían necesidades diferentes y la visión de Internet que podían trasladar era relativamente parcial: la red traería mejoras en comunicaciones y mejoras en disponibilidad de los documentos y datos. Sin ir más lejos, la invención de las páginas html y los navegadores tal y como los conocemos ahora llegó a principios de los 90 como respuesta a la necesidad de estandarizar el acceso a documentación científica por los miembros del CERN.

¿Qué vino antes? ¿el huevo o la gallina? El boom de Internet a partir de mediados de los 90 se entremezcla irremediablemente con cambios sociales de gran impacto que en los 80 todavía no eran de "uso" corriente. Por ejemplo, la globalización, siempre cuento que mi bautizo en Internet se produjo de la mano de la necesidad de comunicarme de manera eficiente cuando mi amigo José Manuel marchó a vivir a USA en el año 1992 y nosotros "empequeñecimos" el mundo gracias al acceso a ordenadores que teníamos por nuestro perfil técnico.

Si la globalización se dio gracias a Internet o es la propia globalización la que origina el boom de Internet, nunca lo sabremos, como tampoco podemos valorar
las diferencias entre el boom de las comunicaciones móviles y la creciente necesidad de estar siempre conectados.

Hasta fenómenos tan actuales como twitter o las redes sociales encuentran analogías en procesos y situaciones que siempre estuvieron ahí, acompañando a la humanidad. Ahora lo llamamos Networking, pero lo único que cambiamos es el medio por el que nos ponemos en contacto.

En fin, mucho para reflexionar si realmente te gusta observar el impacto en la sociedad de algo tan original como Internet. Que se lo digan al entrevistador y su cara de asombro al escuchar a nuestro gurú de hoy: Isaac Asimov. No os perdais la entrevista.

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